Yo, Manuel Semaan y mi bloc

Wednesday, August 06, 2008

Después de conocer a los nómadas, escribíamos...

En una fecha difícil de predecir, un poco más tarde que los anteriores posts, escribíamos:

Comprimo estas lineas en un hotmail a falta de correo tangible. Escribiría esto en un papel sin geometría y se lo daría al de la vespa amarilla para que lo dejara en un portal, pero estoy en un país donde nunca se implanto un sistema de vespas amarillas. Hace poco que tuve dificultades tratando de explicar a mi profesora de ára-be para que sirve correos y lo bien que yo me lo pasaba recogiendo amistad del buzón y mandando papeles llenos de sensaciones. Ellos, durante la guerra, solo enviaban paquetes cuando conocían a alguien que iba a acometer la peligrosa tarea de viajar y podían contactar al receptor.

Me he ido a la zona de Hermel en el norte, no mucho norte, central del Li-bano. No era lo previsto, pero me he quedado una semana viviendo en una jaima con una familia nómada, que he compactado para que quepa en este email en forma de fotografía. Allí me he dedicado a pasear con Amassi, a quien también he encapsulado. Resulta que hasta hace unos anos, Hizbollah financiaba la construcción de hospitales en Baal-back con los beneficios de tremendas extensiones de hachís. Hoy esos campos ya no están cuidados, pero el viento y el agua hacen su labor, haciendo crecer la preciosa planta detrás de cada piedra. Amassi me ha llevado por riscos, cuerdas y valles a ver el verde de la zona. A la vuelta había siempre aceitunas y labneh de cabra en un escrupulosamente limpio cuenco.

Trabajan las cabras y tienen algunos burros, pero Nana tiene que de vez en cuando salir a trabajar en un supermercado de hermel. El hecho de vivir en una zona militarizada con controles abundantes en las carreteras no les hace la vida fácil, sobre todo cuando tienen que pasar en tractor con el tanque de agua.

Ademas me ha gustado pensar un rato en el vacío. Una semana con solo silencio y pies que se mueven solos sin mente. Sin quererlo también me invadía el pensamiento sobre si quedarme en li-bano mas o irme ya, pero se diluía rápidamente en las nubes de formación rápida o en los rayos tímidos del Aqmar, la luna llena. La mayor parte del tiempo el yo emprendedor ha sido ridiculizado y empequeñecido por el yo espectador del mundo que sale cuando le dejan.

No he fumado marihuana porque no sabia como hacerlo, y nadie de los nómadas con los que he convivido sabia que hacer con ese polvo verde. Mis duchas han sido un tanto limitadas. Llego con ganas de emborracharme de nuevas ideas, de ser poseído por nuevas actividades. Cuando exploro mi niñez, siempre me doy cuenta de la cantidad de cosas que me quedan por hacer. En el camino me he comprado un farroush, pollo asado, en mi amigo Lala y me lo estoy comiendo ahora un poco frío. Me esta sabiendo a gloria.

Labels:

A los tres meses y medio del inicio, escribíamos:

A partir de ahora llamadme el Pacifico Manuel. El 12 de Octubre, nuestro Secretario General Kofi Annan recibió junto con todos los miembros de Naciones Unidas en el mundo el premio Nobel para la Paz. Es decir, que algo me ha tocado de la decisión noruega. El comentario del comité del Premio Nobel fue: “Through this first peace prize to the UN as such, the Norwegian Nobel Committee wishes in its centenary year to proclaim that the only negotiable route to global peace and cooperation goes by way of the United Nations.”

Esta cita a mí me agobia bastante, porque me parece que cargo (entre todos, pero yo un poquito) con el reto de paz mundial, y no estoy muy seguro de poder conseguir nada. También me da miedo, porque pienso en los 10 colegas que murieron la semana pasada ¨haciendo” la paz en Georgia y Afganistán.

Aunque no lo sabía, parece que a UN sin mí, le han concedido ya cinco premios Nobel. En el 1988 a UNPC (Operaciones para la Paz), en 1954 y 1981 a UNHCR (Oficina para los refugiados), en 1965 a UNICEF y en 1969 a ILO (Organización para el trabajo). Lo que nunca había sucedido es que se concediese a los miembros, o sea, a mi. Aquellas veces lo entendí, pero esta vez creo que tampoco voy a ver un duro de esos $ 943000 del premio, que a partes iguales, me saldría para una cena en el Corniche.

Gracias al sueco Alfred Nobel, el liderazgo moral de Kofi Annan y UN en el mundo será un poco mayor cuando se hable de conflictos locales.

Labels:

El día 55 desde el inicio escribimos ...

Trabajar en Na-ciones Unidas es bastante atractivo. El objetivo de ES-CWA es promocionar el desarrollo en los países de Medio Oriente, lo cual ya es suficientemente interesante. Pero lo peculiar es el sistema de valores desde el que promocionar el desarrollo. Cualquier idea necesita pasar por el filtro del desarrollo sostenible: ?Esta "comiéndose" las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras?

El segundo gran valor es la igualdad en la repartición de las rentas. Una buena "idea" sobre desarrollo debe promocionar la generación de rentas en las capas sociales menos favorecidas.

Las dos prioridades fundamentales en Medio Oriente son la igualdad de la mujer y los derechos humanos. Estos últimos son difíciles de entender para nosotros, pero aquí hay seres humanos sin un hogar, una tierra, ni siquiera la posibilidad legal de trabajar o escolarizar a sus hijos.

He descubierto recientemente el trabajo del premio nobel indio Dr. Sen que hace una especie de juegos malabares para promocionar una política de desarrollo basada en microcréditos. Promueve la generación de un banco popular para dar microcréditos de baja cuantía a las mujeres en las zonas rurales. El objeto de este crédito es la costura o cualquier proceso manual que añada valor. Esta idea esta funcionando muy bien en India, genera desarrollo, a la vez que se apoya en los principios fundamentales de la sostenibilidad.

Na-ciones Unidas trata de ser líder de conocimiento en estos temas. Creo que no lo consigue todo lo que debiera, pero por lo menos, esos son los fines explícitos, y eso genera siempre un buen debate.

Internamente, UN tiene varios problemas muy serios para ser una organización eficiente. En mi opinión, todos estos problemas vienen de un solo hecho: la misión y la visión de la organización es pura poesía, pero es bastante complicado obtener medidores de output, es decir, es imposible calcular el impacto que UN tiene en el desarrollo del mundo. En la literatura hay desarrollados varios medidores muy buenos, pero nunca se sabe si la mejora viene directamente de UN, de la casualidad o terceras partes, como gobiernos, el mercado, o multinacionales.

Al no haber posibilidad de evaluación de performance, parece que la organización se basa en incentivos personales, en la idea de ser un civil servant, en la responsabilidad directa hacia Kofi Annan y hacia las miserias del mundo. Por eso, todos aquellos que toman la organización como una posibilidad de carrera solamente, encuentran alguna frustración. Así, hay personas que trabajan hasta el agotamiento por la organización, mientras otras se quejan también hasta el agotamiento en la cafetería. Afortunadamente, las primeras son tan interesantes que solapan a las segundas.

Labels:

Quinta version del inicio

En el día 48 escribimos:

Ayer estuvimos en los acantilados en un sitio de danza ára-be. Muy curioso, porque desde hacia tiempo yo buscaba un lugar donde ver un buen espectáculo de danza oriental. Cuando preguntaba, siempre me decían que eso era para turistas, caro y malo, lo cual me recordaba a Madrid y los garitos flamencos de la Plaza Mayor. Pero por casualidad acabé viendo danza al natural. Había comida li-banesa, Taboulé, Humus, Zanahorias, Lechuga, y eso. Al final había una orquesta y una pista de baile. El presentador empezó a repartir el micrófono y canción tras canción salía gente y cantaba o bailaba. Algunas de las canciones eran bailables (orientalmente bailables) y entonces la gente salía a bailar, y me sacaban a mí también como la atracción del lugar. Son muy buena gente y me decían que muy bien, pero no lograban convencerme. Alucinaba viendo a los demás. Para acabar la noche nos sirvieron pollo asado con arroz (y así tengo el estómago hoy) y un espectáculo de una profesional bailando. Qué belleza, qué sutilidad de movimientos!

Yo creo que es difícil de imaginar Bei-rut desde la visión española. Algunos piensan que en las calles hay camellos y palmeras, lo cual seria hasta romántico, pero la mayoría piensa en una ciudad bombardeada día a día, el terror hecho realidad. Durante 15 años, en el telediario, diariamente, han estado mostrando esta imagen.

La realidad es una ciudad cosmopolita. Al principio solo podía reconocer europeos, americanos y ára-bes (y como mucho europeos del este), ahora ya distingo si-rios, golfos (gente del Golfo, Qatar, Saudies, ...). Aunque la economía "formal" no puede explicarlo en absoluto, es una ciudad rica, y eso lo indica la riqueza de construcción de viviendas, los coches, y el gran número de restaurants, discotecas: la vida nocturna no tiene nada que envidiar a la madrileña en magnitud. Paseando por la calle Ham-ra, uno puede contar cerca de la centena de bancos (probablemente, la mayor fuente de riqueza del país).

La gente, ya te he contado detalles, es tremendamente culta, es relativamente normal que el peluquero (esto me paso ayer), hable ára-be, francés, inglés, y chapurree italiano y español. Hay exposiciones de arte, teatro alternativo, y dos universidades de gran prestigio internacional. Ah, aunque la guinda se la lleva el numero de gimnasios, uno en cada esquina, esto impresiona mucho.

Pero lo mas alucinante de todo es la hospitalidad, la amabilidad, la asequibilidad de las personas. Nos venden en la C-N-N que los ára-bes son ladrones y gente de poco fiar. Yo, casi como prueba, no me he quitado el Rolex de la muñeca, y, a pesar de que la gente me pregunta y lo reconoce, te aseguro que he sentido mas seguridad que en Madrid centro. Ayer, por ejemplo, un bei-ruti me pidió el móvil (y es un Nokia de 70.000 pelas) para hacer una llamada importante, desapareció de mi vista con el, yo me olvide, y unos minutos mas tarde volvió, me dio las gracias y me sonrió.

Cada día me sorprende esta ciudad mas positivamente. Algunas personas me dicen que ya me daré cuenta de la realidad, pero la verdad es que si no me quedo a vivir en esta ciudad (y ya veremos ;-) es porque me gusta mi trabajo en Madrid, y porque echaría de menos a mis estudiantes.

Labels:

Cuarta version de los inicios

A las cuatro semana de haber llegado, escribimos:

El fin de semana he estado en el sur, a conocer gente y a sacar algunas fotografías. Es una zona muy interesante. El sábado fui a Tyro (o Sour en ára-be) a desayunar. Es un ciudad alrededor de un puerto de mar que no ha debido cambiar en los últimos 30 siglos, y esto sin exagerar. Estuve un rato con unos pescadores que estaban construyendo un barco de madera, una autentica reliquia hoy en día. Tablita a tablita.

Viajar por el sur es bastante fácil, cada dos por tres hay miembros de UN dando vueltas. Con ellos, un grupo de voluntarios finlandeses, estuve comiendo y escuchando sus relatos sobre lo que esta ocurriendo. Una de las veces me equivoque de carretera y cogi una sin salida que acababa en el nacimiento de un río en el valle. Allí había grupos de niños bañándose y pasándolo bien. Al principio aluciné mirándoles y sacando fotos. Era una charca entre paredes muy verticales y con un árbol enorme en el centro. Los chavales se subían al árbol y a una de las paredes y saltaban al agua. Yo no me atreví a subir mas de un tercio del árbol. Las niñas tienen que bañarse con la ropa puesta, debe ser que resulta indecente ponerse un bañador, pero no se si habrán pensado que con las ropas mojadas, las formas femeninas destacan casi mas. Cada cultura es cada cultura.

Después de un par de fotos y de sopesar la limpieza del agua, decidí bañarme con ellos, y estuvimos haciendo el tonto un par de horas. Con lo buena que estaba el agua y el torre que estaba cayendo fuera, no había quien saliese.

Conducir por la zona tiene el peligro de que nunca sabes donde estas. Tengo un plano, pero no coincide demasiado con la realidad. Ademas, como los carteles no hay quien los entienda la mayoría de las veces, nunca se si pone prohibido adelantar o el nombre del siguiente pueblo. Aunque da igual, porque el caso es tirar pa lante a toque de brújula. Claro, que esto tiene sus defectos. Una de las veces, me salí de la carretera y me metí de lleno en un "chale", como lo llaman en ára-be. Estuvo de puta madre, tome el te con la familia y nos reímos un buen rato.

Una vez perdido el miedo a meterse en casa ajena, tiene sus ventajas. Hoy me ha pasado lo mismo pero me han invitado a comer. Entre otras cosas interesantes, unas bolas hechas de leche, cereales y especias que dejan secar al sol durante diez días. El hermano del de la casa y su mujer van mucho a la montaña, así que el próximo fin de semana, he quedado con ellos para explorar la zona.

Lo que me tenia que haber dicho alguien es que las gasolineras son un bien escaso, porque ayer empece a ver con terror como la aguja empezaba a bajar y yo me encontraba en un valle profundo en una pista sin asfaltar eternamente. Al cabo de un par de horas ocurrió lo que tenia que ocurrir, que el deposito había seguido vaciándose y que el valle continuaba. Por suerte, me cruce con un Mercedes y una familia dentro. Les pregunte por gasolina y me dijeron que quedaba bastante, pero que ellos me seguían por si acaso me quedaba tirado darme de la suya. A mi me remordía la conciencia un poco, pero no pude evitar que efectivamente cambiaran su rumbo hasta llevarme a una gasolinera. Me salve por los pelos. A partir de ahora, llenaré el deposito cuando este a medias.

Hoy me ha tocado al contrario. Me he encontrado un Range Rover que había perdido el tapón del radiador. He metido a toda la familia en mi Mitsubishi Galant y les he llevado a su casa.

Hay una zona rocosa de costa, con agua verde esmeralda, al mas puro estilo mediterráneo. He quedado con un traductor de ára-be neoyorkino que trabaje también para UN, y hemos estado nadando en las rocas. Hemos llenado una botellas de agua dulce, nos hemos dado una ducha improvisada y a seguir el camino.

Labels:

Tercera version del inicio de la aventura


Así lo relatábamos:

Hoy no para de irse la luz todo el tiempo. He preguntado y, después de ya unas semanas, me han dicho que es normal, y que casi todos los días trabajamos con luz de emergencia. Esto explica porqué cuando llego a casa, todo lo que hay en la nevera está caliente, obvio, porque sin electricidad, una nevera es como un armario tonto, pequeño, poco práctico y que no cierra bien.

Los peligros de los que habla la televisión no son tantos por aquí. De vez en cuando se va la luz, varias veces al día pasan los aviones is-raelíes rompiendo la barrera del sonido, me han dicho que para tomar fotos, pasan volando bajo. Cuando rompen la barrera del sonido, se escucha una explosión fuerte. Yo no me asusto mucho, porque hasta ahora todas las veces, se escuchan dos, en pareja como la guardia civil. Escuchar dos explosiones una detrás de otra son buenas noticias, porque significa que es un avión supersónico (yo aprendí esto en los TBOs de Mortadelo y Filemón. Al contrario de lo que me pasa a mí, hay gente que entra en absoluto pánico. Se ponen a temblar y a llamar a sus familias. Son recuerdos desagradables del pasado.

Hace un par de días explotaron dos paquetes en la sucursal de DHL que hay en la puerta siguiente a nuestras oficinas, pero parece que fue un simple accidente, y que los únicos efectos son unos dibujos fantasmagóricos que se han quedado en la fachada. Nada de demasiada importancia ni peligro. Creo que el sur puede ser algo más conflictivo y problemático, aunque aquí todos insisten en que no hay problema en ir.

Labels:

La segunda version del comienzo de la aventura


Así lo escribimos en Agosto de 2001:

En Bei-rut la vida es un poco diferente. Por ejemplo, el primer día de mi estancia en esta ciudad, la Nueva York de Oriente Medio, como muchos la llaman por la mezcla de cosmopolita y culturalmente innovadora (en el torno de un país ára-be, por supuesto), me tuve que comprar un despertador, un despertador (!) porque se ol-vi-da-ron de despertarme y llegué un "poco" tarde a trabajar. Al día siguiente me desperté a la hora, y también llegué tarde, pero por el service, que me ha dado una vuelta por todos los suburbios de Be-irut antes de dejarme en Riad el sohl. Por cierto, que me dejó en la acera contraria y llegué a pensar que tendría que quedarme el día entero sin poder cruzar mirando los coches pasar como de carreras y escuchando los chirridos de las ruedas derrapar sobre el asfalto pulido que tienen aquí. Al final sólo fue un rato, hasta que me desperté y me lancé a la selva hasta llegar sano y salvo al otro lado.

En general, en esta ciudad se vive un ambiente muy agradable. Debe ser por el clima, la humedad, o por la cultura. Es como si el tiempo pasase a otra velocidad. Como si te enredase el tiempo en una suerte de cadencia leve, como una brisa suave que te apacigua.

Los días van pasando. Un día trabajé hasta las seis, y decidí ir a la playa, así que fui a nadar un rato al Military Beach, que está en el Corniche. Normalmente, estas playas son de uso restringido para socios y cuestan una cantidad importante. Pues yo todo hinchado le dije habibi al de la puerta y me colé sin pagar. Yo vi que los que entraban enseñaban un carnet, y yo enseñé la tarjeta de identificación de ES-CWA (UN) y ... “pa dentro”. Tienen una piscina enorme, de 50 metros saliendo al mar con agua salada. Hasta las 7, hora que cierran, estaba bastante llena de gente, pero a las 7 un trabajador empezó a pitar, y todos salieron de la piscina y desaparecieron. Yo pensé: “Mientras no me echen yo sigo nadando”, y efectivamente, estuve una hora más haciendo 50 largos con la piscina para mí solo, viendo la ciudad por un lado y por el oeste la puesta de sol. Estuvo bellísimo. Ya relajado y bien duchado, habíamos quedado los de ES-CWA para conocernos y tomar algo en Monot, y allí me tomé un par de cervezas y me fumé un cigarro con ellos.

Hoy acabo de descubrir lo que es el zaatar (lease tsaaaaatar), una pasta rara que ponen en las pizzas. Es orégano con aceite de oliva que dejan macerar y al que añaden una especia. Al principio cansa un poco, pero después de alguna veces acaba gustándome.

Lo probé ayer en una fiesta de bienvenida que me dieron mis compañeros de división. Estuvo bastante divertido conocer a algunas de las personas. Aunque la fiesta era para mi bienvenida, Hassan aprovechó para comunicar su “engagement”, así que todos acabamos celebrándole a él más que a mí. Mejor para mí, menos vergüenza que pasé.

En la fiesta había unas especie de zumos de frutas que beber y una tarta con un cartel de bienvenida que sabía horrible. Era helado de vainilla con syrup de fresa, una especie de mezcla demasiado dulce. Aún así lo importante era el detalle, y éste lo agradecí sobremanera.

Hay un jefe de división que escucha música clásica y que es enorme entusiasta de todo lo que hace, es un hombre alegre y bromista, aunque educado y muy diplomático. Con él he tomado ya un par de cafés, aprovechando que además habla algo de español.

Una de mis entrevistas ha sido con el decano de la Universidad Americana Libanesa; él es amigo personal de mi supervisor, Dr. Hassan Charif. En un campus precioso con árboles y edificios de hace 75 años, al lado del corazón de Bei-rut, Ham-ra, hemos entrado en su despacho, pequeño, viejo y lleno lleno de libros y de papeles hasta las ventanas. Yo con la corbata, y mientras, él con una camisa vieja y unas playeras baratas de rastro negras con elementos fosforitos. Un personaje singular. Hemos quedado en arrancar alguna linea de investigación conjunta, además de buscar cooperación entre ambas instituciones. Claro que después me he metido en la cantina a tomar un té con un grupo de estudiantes que hacían su pausa entre clases.

Mi primera experiencia de regateo ha sido ayer comprándome un teléfono. Después de discutir durante dos horas con unas cuantas tiendas, al final me he comprado, de segunda mano, a un precio de móvil extra nuevo y moderno una antigualla de hace varios años que no me cabe en el bolsillo del gran volumen que tiene. Un gran éxito para ser la primera vez.

Andar por la montaña parece en Li-ba-no una actividad bastante interesante. De momento sólo he conocido el noroeste del pais, una zona fronteriza con Siria. Cualquier opinión de cualquier tipo en Lí-ba-no tiene un enorme sesgo político y religioso, así que no hay que fiarse de nada que uno escucha. Lo que me contaron es que esta zona ha sido ocupada durante los últimos años por el ejército sirio, y que sólo ahora puede visitarse libremente. El clima es bastante seco y la vegetación recuerda bastante a las zonas desérticas del Atlas oriental en África. Pero hay fuentes naturales de agua purísima y los habitantes cultivan frutas como melocotones, cerezas y albaricoques. E incluso garbanzos (humus), que por cierto, se comen cuando están verdes, uno los saca de su vaina, y se los come, así de sencillo. Durante todo el día estuvimos comiendo fruta "by the face".

Fui con un grupo de alemanes y un guía li-banés. Con el grupo de alemanes lo pasamos muy bien, todo el día, claro, hablando alemán y contándonos cosas. El guía es una de las personas que mejor conocen el territorio li-banés, dicho por personas indirectamente. Por un accidente, tiene los dos brazos inutilizados. Aparte de “meter la pata” un par de veces sonadamente, luego fue muy bonito hablar con él. Por ejemplo, yo, con todo mi arte diplomático, le dije que practico mucho Mountain Bike, y le pregunté si a él también le parecía una buena experiencia. Después de un par de horas, me pidió que le diese de beber, de comer, e incluso de rascar un ojo. Con un bocadillo en cada mano, me las apañé para que ninguno de los dos se muriera de hambre y de sed. Llegamos en un minibus hasta una pequeña ciudad, y ahí se acabaron las carreteras y tuvimos que coger un pickup, o sea, un camionarro de hace unas décadas con una caja de transporte soldada a mano a base de retales. Por esos caminos, no muy bien allanados, el cacharro botaba y se movía que parecía una atracción del parque de la Casa de Campo, además porque el único control de velocidad era el fondo del acelerador. No íbamos más rápido porque el motor no lo permitía.

El paisaje era una especie de farallones, al estilo del desierto de los Monegros, y una especie de hoces en las que plantan garbanzos y fruta. Vimos un águila o algo parecido, blanca y negra, y muchos lagartos. En los farallones hay multitud de cuevas, en las que los de allí aseguran que hay hienas y lobos, pero yo creo que hubo uno y una en una lejana ocasión. Esta gente describe las hienas como el las 1001 noches, como un caballo de grandes, fieras, ... creo que se pasan un poco.

Li-bano, y Bei-rut en concreto, es un país de contrastes, pobreza y riqueza, cada calle es distinta, cada persona sorprendente. Es un país con mentalidad comercial, lo cual une a 17 religiones en Bei-rut y multitud de etnias y culturas. Francés sigue hablando la sociedad rancia cristiana. En general el bei-rutí se ha criado en ára-be, en francés y en inglés. Casi todo el mundo habla (mal) inglés, y muchos, curiosamente aprenden español, por las posibilidades de trabajo en latinoamerica, donde muchos emigran. En general, hay un 40% cristiano y un 40% shii-ta (mas otro 10% su-nni), a groso modo.

Yo sigo viajando todo lo que puedo, conociendo gente, viviendo la ciudad. El verano en Bei-rut es para la música. En Bei-tedine, cerca Bei-rut, hay unos conciertos en un escenario gigante que montan en un palacio ára-be-barroco. Iluminan con colores la piedra amarillenta y los arcos, y encienden la iluminación tradicional, es decir candelabros por todos los lados. Es al aire libre, así que por un lado se ve la silueta de las montañas y por otro lado el mar, si es que te da tiempo, porque hay que bailar y bailar como loco.

Verdaderamente a los li-baneses les gusta pasárselo bien. Yo estoy convencido de que si hubiese vivido una guerra sería todavía más superficial que ellos en esos momentos. Ayer estuve en uno de los conciertos, en el que cantaba Miriam Makeba y como telonera la cantante cubana Albita. En la primera parte bailamos salsa hasta la deshidratación, que por cierto, esta muy de moda por aquí. La segunda parte me pareció una oda al continente africano. Algunas canciones lentas eran para poner los pelos de punta, la cancion de Malaika fue para derretirse, la “click song” fue un canto a la libertad. Durante todo el concierto, por la pantalla estaban pasando anuncios varios de Naciones Unidas, con quien Miriam Makeba coopera. Esto fue para mí también algo especial.

Entre lo más emocionante del día está coger varios Service para moverme por la ciudad, una especie de taxi compartidos. Me paro en medio de la calle, espero a que suene un Mercedes de los años 50, y eso es un Service. Seguimos el protocolo, él me pita, yo le miro, él se para. Esto, aunque no te lo creas es un problema porque cuando paseo simplemente por la acera, o no por la acera, y alguien me pita, tengo la maldita costumbre de mirar, los taxistas creen que les paro, y he de disculparme.

Yo le miro al taxista a los ojos, y como si no me interesase en absoluto, trato de pronunciar lo más claro posible Riad el-sohl, o Ham-ra-Bliss. Si a la tercera no lo ha entendido se va, y si lo ha entendido y no le apetece ir allí, pues también se va. Pero si le caigo bien, me hace una seña y yo me monto en el asiento del copiloto, claro siempre que sea capaz de abrir la puerta, que después de 50 años de uso sin mantenimiento, las puertas no siempre se abren como lo hacen en el concesionario cuando el coche es nuevo.

Durante el camino, el Service va pitando, parando y recogiendo a todo el que es compatible con el trayecto. Es una magnífica oportunidad para hacer amigos, comentar cosas e incluso conocer la ciudad, porque la linea recta no suele ser el camino más corto. La verdad es que la mayoría de las veces voy yo sólo y lo echo de menos.

Una vez que entro en el Service, empieza la emoción, una especie de “pique” que tengo conmigo mismo. El comienzo es muy fácil, si el taxista tiene cara de árabe, yo digo as-salâmu ‘aláikum, y él me contesta wa ‘aláikumu s-salâm. Mejor lo digo rápido, para que no se me adelante con cualquier otra cosa. El reto consiste en contar el número de frases que soy capaz de conversar antes de que el taxista se de cuenta de que soy un inculto analfabeto que no sabe ára-be.

Si veo que la cara del taxista no es muy ára be, mejor no correr riesgos, nos decimos márhaba. Ya va una frase para el contador, pero comienza el problema, porque diga lo que diga él, no suelo entenderlo, y tengo que poner a trabajar la intuición. Puedo contestar bijáir, que significa que bien, puedo contestar ana espaniol (o ana min espanniol), que significa que yo soy español (lo cuál por cierto es muy bien recibido), puedo contestar na’am, que significa sí, o la, que significa no. Hay otras contestaciones comodín un poco más peligrosas, como in sha’alla, que significa ojalá, o i’alla, que significa vamos, venga! La expresion que nunca puede faltar es min fadlak, por favor.

Todavía no he conseguido decir Ana min ustâdz, que significa Yo soy profesor, sin que sepan que no hablo nada. Llegar a la tercera o la cuarta frase es todo un record digno de mi diario personal. El resto del camino hablamos en mi cutre francés o en su cutre inglés. Y cuando llego al lugar, casi siempre he aprendido alguna palabra nueva.

Tambien sigo investigando este país y viviendo la situación de sus gentes. Ayer estuve con un director de cine li-banés que me contó muchas historias y anécdotas políticas y sociales.

El principal problema del Libano son los refugiados pa-lestinos. Mejor dicho, el principal problema de los pa-les-ti-nos es que fueron echados de sus tierras, asi por la cara, aunque para nosotros sea tan complicado entenderlo, y de esto hace ya 53 annos. Sus hijos, y los hijos de sus hijos siguen viviendo en forma infrahumana como refugiados en otros países del mundo. Alrededor de un millón y medio de ellos están “refugiados”, o sea, escondidos, perseguidos, como bandoleros o saqueadores, en Li-bano. Para entender esta situación, hay que decir que Líbano tiene 3 millones de habitantes en el país y alrededor de 12 millones fuera de sus fronteras esparcidos por todos los rincones del planeta, la mayoría en Canada y Africa. Además de esos tres millones, un millón y medio de palestinos refugiados comparten la tierra. El Lí-bano pone impedimentos muy serios para obtener la nacionalidad libanesa, incluso para americanos y europeos que se casan con li-banesas o li-baneses. Tienen un tremendo miedo a perder el control de un población que supone el 50% de la propia.

Estos refugiados viven en zonas pobres, hacinados como animales y sin las minimas medidas de higiene ni los derechos básicos. No disponen de agua ni practicamente de electricidad. No tienen posibilidad de recoleccion de las basuras. No tienen papeles para moverse por el pais, ni permiso de trabajo alguno, ni capacidad para comprar una casa, ni para sacar su carnet de conducir, ni para tener un vehículo. Esta es ya la tercera generacion que vive así. Los niños van a la escuela pero dudan de su objetivo, pues no ven ninguna posibilidad de tener un futuro digno.

Si pienso en Madrid, en mi familia, en mis amigos y en mi trabajo, soy ab absolutamente incapaz de ponerme el los zapatos de alguien que viva en esas condiciones. Solamente subsisten por la ayuda de Naciones Unidas para alimentos y hospitales, y esta ayuda, debido a la crisis financiera y la incapacidad de recoger fondos de los paises civilizados que sufre Na-ciones Unidas, cada vez es menor de forma dramática. Parece mentira que el presupuesto global de Na-ciones Unidas sea de menos del 1 % del presupuesto militar de los países, y sea tan difícil de recibir. ES-CWA tiene por objeto el desarrollo económico y social de los países de Medio Oriente, pero el presupuesto es la décima parte del presupuesto anual del Instituto de Empresa en Madrid.

“Ahlam al-Manfa” es una película de Mai Masri, un director de cine libanés, sobre la situación de los niños pa-lestinos. Trata sobre la relación de dos niñas de 14 años, una en Deshida, un campo en la ciudad de Bei-rut, cerca del aeropuerto, y otra en P-alestina, en una zona militarizada por Israel. Con la liberación del sur del Lí-bano, que era territorio ocupado por Is-rael desde hace décadas, Na-ciones Unidas pone unos autobuses para llevar a los refugiados al sur, a la frontera con Pa-lestina. La frontera es un muro con pinchos y alambre de espino y vigilada por torres del ejército israelí. De la forma más imposible, a través de los alambres y los pinchos, los palestinos de un lado y de otro, consiguen hablarse, darse besos y enseñarse fotos preguntando por familiares que no vieron más desde 1948. Hay lagrimas, sonrisas, carcajadas y dolor en el corazón. Nietos de los mismos abuelos aprovechan para conocerse y para besarse por primera vez. Los pa-lestinos cuentan que los israelíes colocan minas antipersonas en sus zonas de cultivo; los refugiados cuentan que sueñan con ser pájaros para poder ir libremente donde el viento les permita. Comparten trozos de pan y se intercambian pañuelos. Algo así como el chorizo y la bota de vino en Alemania de los españoles de hace varias décadas.

Así se conocen las dos niñas que protagonizan la película. Los recién conocidos de ambos lados empiezan a escribirse emotivas cartas, se mandan regalos y se intercambian emails los mas afortunados. Pero la injusticia de la sepación absurda, destapa parte de las frustraciones adormecidas, y los refugiados, presa de desesperación, construyen tirachinas con trozos de goma viejos, y se acercan a la frontera is-raelí a tirar piedras contra los militares que guardan la frontera. La reacción is-raelí es disparar con ametralladoras y utilizar los tanques para sofocar la revuelta ansiosa. Los niños pa-lestinos mueren por las balas is-raelís, un médico alemán se acerca a sanar una hemorragia de un niño y es asesinado.

La situación vuelve a la impotencia acostumbrada y los niños siguen siendo felices y comiendo perdices cada vez que una o dos veces al año llega el correo al campo de refugiados. Entonces, cantan y bailan, cuentan las cartas que ya han recibido en su vida. Una de las niñas protagonista, cambia de idea, antes quería ser una mariposa bella y libre, pero ahora tiene miedo de que alguien la atrape para siempre entre las hojas de un libro. Quiere ser pájaro para salir de la jaula donde vive su pueblo.

El fin de semana me voy a ir al sur, a conocer gente y a sacar algunas fotografias.

Labels:

Volviendo a los inicios

Haciendo wrap-up de nuestra aventura, que ya dura siete años, recuperamos lo que escribimos hace siete años menos dos semanas (por cierto, que el camaleón nunca salió):

Ahora es domingo por la tarde y acabo de volver de una excursión por los cedros en los montes Cho-uf. Estos árboles son una especie de pinos pero crecen horizontalmente, en forma de tejado. Cuando uno se mete debajo, es una especie de monasterio, fresquito, silencioso y oscuro. Lo más interesante del día ha sido ver un camaleón. Al principio le he observado en la distancia, pero al cabo del rato estaba trepando por mi chepa. Nunca había pensado lo difícil que puede llegar a ser fotografiar un camaleón. Me da la impresión de que haga lo que haga nunca va a salir en la foto. Si lo pongo encima de una piedra de estas volcánicas livianas con agujeros, se vuelve del mismo color, si lo dejo en el suelo, parece una rama mas. Cuando revele el carrete, habrá que ver si he conseguido algo.

Hoy he conocido el valle del Be-kaa. Es un valle frondoso donde se cultiva desde maíz hasta hachís. Empieza en Babilonia y llega hasta Kenya, completamente plano. Se podría recorrer en bici completo, atravesando frutales y ciudades si no fuera por el mar que hay que cruzar en el camino.

Aunque no te lo creas es un poco difícil escribir en un teclado ára-be. Gracias a las clases de taquigrafía, porque si no nunca encontraría las teclas. Lo peor es que el cursor va al revés, el delete borra siempre la letra que yo no quiero, un lio.

Después de dos semanas, empiezo ya a sentir una especie de rutina. Me levanto por la mañana a las 6. El despertador siempre suena antes de que me despierte. Salgo a la terraza a comprobar que el mar sigue ahí. Me ducho, y a las 7 y media empiezo a trabajar, después de un paseo en Service (taxi compartido) y un par de palabras en ára-be aprendidas. Sobre las 10 nos vamos a tomar algo a la cafetería. La salida depende de lo cansado que estoy, algún día he salido a las 3 y algún día me he quedado hasta las 7. Si es suficientemente pronto me voy al military beach a hacer unos largos en la piscina, que son larguísimos cada uno. Luego me voy a la terraza y me tomo un zumo de naranja y zanahoria que hacen alli, mientras veo la puesta de sol y leo algo. Y luego de juerga, suelo quedar con mis compañeros, con alguien del Instituto Cervantes, o con alguna sorpresa que aparece de vez en cuando. (como un guía de montana que tiene una cabaña a dos mil metros en el valle de Qa'disha, y con quien voy a hacer algo la semana que viene)

Si hay suerte me voy a dormir sobre las 11, y si hay menos suerte a las 12 o la una. Si es que lo resisto, claro, porque a veces duermo demasiado poco.

Ahora me voy a comer un Fish Kebbeh, una especie de pescado con salsa de ayran.

Labels:

Thursday, April 19, 2007

Viajar


Lo bonito de viajar es que convierte la rutina del dia a dia en aventura y emocion.

Esto no es necesariamente contradictorio con la belleza de quedarse en los sitios y en las personas. Dar un paseo por Abantos, por San Benito y por los Ermitanos tiene un significado que no tiene subir a la Phu Thakun, un monte con vegetacion selvatica que esta cerca de Bangkok y que es divertido para los fines de semana.

Nos encanta dar un paseo por los pinos del Escorial. Seguramente aunque lo hicieramos todos los dias, no llegaria un momento en el que suplicariamos por un cambio. Asi lo hizo mi bisabuelo el primer Manuel Rincon, quien durante anos camino todos los dias el mismo paseo hasta la segunda horizontal, se dio un bano en la misma poza, ya fuera verano o invierno, y se jugo la misma partida de tute por la tarde. Hay que creer en los dioses de las pequenas cosas.

El mundo y la vida son tremendamente ricos, harian falta muchas vidas para empezar a atisbar esta riqueza; dado que solo hay una y es muy corta, la curiosidad de gato de mi familia nos hace seguir mirando y descubriendo.

Asia es otro planeta y nos gusta observarlo. Miramos e interpretamos lo que vemos. A veces nos gusta solo mirar y sonreir. O caminar bajo la lluvia y calarnos durante una hora sin pensar en nada.

Lo que es un reto es para los papas buscar una casa chula, encontrar un buen colegio para el brother y para mi, y conocer uno o dos buenos amigos con los que jugar.

En Tailandia, hace un buen clima, humedo, de esos que hace que la vida se convierta en algo lento placentero y ritmico. Lo de la distinta percepcion del tiempo no es un invento. En Espana decimos que los asiaticos son vagos, pero a la vez les decimos "El milagro de los tigres" por su crecimiento economico y tratamos de copiar sus practicas religiosas budistas por los positivos efectos que tienen en la salud y en la calidad de vida. Ellos no se mueven a traves de la "fuerza de voluntad" sino que fluyen con la vida. Estoy convencido que el calor y la humedad del ambiente provocan esta actitud relajada.

Labels: , , , ,