Wednesday, August 06, 2008

Quinta version del inicio

En el día 48 escribimos:

Ayer estuvimos en los acantilados en un sitio de danza ára-be. Muy curioso, porque desde hacia tiempo yo buscaba un lugar donde ver un buen espectáculo de danza oriental. Cuando preguntaba, siempre me decían que eso era para turistas, caro y malo, lo cual me recordaba a Madrid y los garitos flamencos de la Plaza Mayor. Pero por casualidad acabé viendo danza al natural. Había comida li-banesa, Taboulé, Humus, Zanahorias, Lechuga, y eso. Al final había una orquesta y una pista de baile. El presentador empezó a repartir el micrófono y canción tras canción salía gente y cantaba o bailaba. Algunas de las canciones eran bailables (orientalmente bailables) y entonces la gente salía a bailar, y me sacaban a mí también como la atracción del lugar. Son muy buena gente y me decían que muy bien, pero no lograban convencerme. Alucinaba viendo a los demás. Para acabar la noche nos sirvieron pollo asado con arroz (y así tengo el estómago hoy) y un espectáculo de una profesional bailando. Qué belleza, qué sutilidad de movimientos!

Yo creo que es difícil de imaginar Bei-rut desde la visión española. Algunos piensan que en las calles hay camellos y palmeras, lo cual seria hasta romántico, pero la mayoría piensa en una ciudad bombardeada día a día, el terror hecho realidad. Durante 15 años, en el telediario, diariamente, han estado mostrando esta imagen.

La realidad es una ciudad cosmopolita. Al principio solo podía reconocer europeos, americanos y ára-bes (y como mucho europeos del este), ahora ya distingo si-rios, golfos (gente del Golfo, Qatar, Saudies, ...). Aunque la economía "formal" no puede explicarlo en absoluto, es una ciudad rica, y eso lo indica la riqueza de construcción de viviendas, los coches, y el gran número de restaurants, discotecas: la vida nocturna no tiene nada que envidiar a la madrileña en magnitud. Paseando por la calle Ham-ra, uno puede contar cerca de la centena de bancos (probablemente, la mayor fuente de riqueza del país).

La gente, ya te he contado detalles, es tremendamente culta, es relativamente normal que el peluquero (esto me paso ayer), hable ára-be, francés, inglés, y chapurree italiano y español. Hay exposiciones de arte, teatro alternativo, y dos universidades de gran prestigio internacional. Ah, aunque la guinda se la lleva el numero de gimnasios, uno en cada esquina, esto impresiona mucho.

Pero lo mas alucinante de todo es la hospitalidad, la amabilidad, la asequibilidad de las personas. Nos venden en la C-N-N que los ára-bes son ladrones y gente de poco fiar. Yo, casi como prueba, no me he quitado el Rolex de la muñeca, y, a pesar de que la gente me pregunta y lo reconoce, te aseguro que he sentido mas seguridad que en Madrid centro. Ayer, por ejemplo, un bei-ruti me pidió el móvil (y es un Nokia de 70.000 pelas) para hacer una llamada importante, desapareció de mi vista con el, yo me olvide, y unos minutos mas tarde volvió, me dio las gracias y me sonrió.

Cada día me sorprende esta ciudad mas positivamente. Algunas personas me dicen que ya me daré cuenta de la realidad, pero la verdad es que si no me quedo a vivir en esta ciudad (y ya veremos ;-) es porque me gusta mi trabajo en Madrid, y porque echaría de menos a mis estudiantes.

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