La vida de los taxistas

Este es un texto rescatado de papa cuando yo era pequenito y todavia viviamos en L:

Akid! La vida diaria tiene pequeñas cosas que la endulzan. Raramente tomamos decisiones relativas a la vida profesional u otras decisiones importantes teniendo en cuenta estas pequeñeces. A mí me gusta salir de trabajar y coger un taxi l. Ayer me cogió un tal Hussain en un Mercedes modelo 1960. Cuarenta y cinco años. Yo no había nacido todavía. Mi madre todavía era una niña de 12 años.

Esos coches no corrían mucho hace 45 años, pero ahora lo hacen menos. Se mueven a cámara lenta. La aceleración es prácticamente cero. Sin embargo, yo no conozco otra terapia anti-stress más efectiva que ésta. Hace calor, el ambiente huele a sal y a mar mediterráneo, las calles son marrones y el taxi va despacito, con ese ruido característico de los motores antiguos que parecen una nana.

Hussain me cuenta que tiene cinco hijos y una hija. El mayor se ha tenido que alistar al ejercito para poder casarse. Él es de Mar-ja-youn, una ciudad al sur del L que fue ocupada por I y no liberada hasta el año 2000. Tuvo la suerte de poder escapar a tiempo y pasó todos esos años en Bei, conduciendo su flamante Mercedes Brigitte Bardot.